jueves, 29 de julio de 2010

LIBROS DE GOSSIP GIRL

Visto: la serie Gossip Girl está basada en los libros de Cecily Von Ziegesar.
En España, los publicaron en edición de bolsillo (tapa blanda) en 2008 cuando la cadena Cuatro emitió la primera temporada.
El primer volumen se titula "Cosas de Chicas". En él se basó la serie aunque, como comentaba en una entrada anterior, con algunas diferencias. Por ejemplo, en los libros, el Constance Billard y el Saint Jude son colegios independientes para chicas y chicos respectivamente, es decir, que los personajes no asisten juntos al colegio. Eric es el hermano mayor - y no menor - de Serena, Blair es bulímica, Jenny está acomplejada porque tiene mucho pecho...
Después vinieron "Tú sabes que me adoras", "Lo único que quiero es todo", "Porque yo lo valgo", "A mí me gusta así" y "Tú eres lo que yo quiero".
Se encuentran fácilmente en la sección de literatura juvenil de El Corte Inglés o cualquier otra librería tipo Beta o Casa del Libro.
Si no tienes una a mano, puedes comprarlos por Internet en www.casadellibro.com por 12€.
No esperéis gran cosa a nivel literario pero os aseguro infinidad de curiosidades y detalles sobre los personajes.
Sabéis que me adoráis.
xoxo

domingo, 25 de julio de 2010

DULCES SUEÑOS, BLAIR

Reconozco que desde que veo Gossip Girl he desechado mis pijamas de algodón de muñequitos que antes me parecían tan adorables y ya todo lo que no lleve seda, satén, raso o puntilla de encaje me provoca insomnio.


Ya me había dado antes – antes incluso de Gossip Girl – por la lencería romántica de Accesorize con la que me hago cada vez que el bolsillo permite un capricho porque cada braguita es preciosa pero cuesta en torno a 7€. Me seducen sus volantitos, lacitos, tonos pastel y tacto suave y por ser justos, diré que si bien cuestan tres veces más que las normales de algodón también es cierto que duran más ya que al no ser de algodón, lavado tras lavado (a máquina) permanecen intactas.
En materia de pijamas, ahora que la temperatura lo permite (porque en invierno, por muy poco glamour que tenga, no me quitan el polar ni por Blair Waldorf) he sustituido mis tradicionales pantaloncitos cortos de tela de algodón con cuadritos vichy o lunares y camiseta de tirantes de algodón de oysho por otros que también son de oysho pero tienen más glamour. Lamentablemente, no es seda, es viscosa, pero al tacto de una Gossip Girl low cost como yo es casi lo mismo, cuesta una tercera parte y tienen un estampado floral ideal ;)


Si tu bolsillo y tu constitución lo permiten – la mía, por ejemplo, no – puedes aspirar a vestir un pijamita de seda de verdad y puntilla de encaje con pantaloncitos bombachos y lacitos y todo tipo de piezas a juego de Etam. Al hilo del comentario sobre la constitución he recordado que en los libros, Blair Waldorf es bulímica y está obsesionada por ser tan delgada como Serena. Gracias a Dios en la versión televisiva redujeron el hecho a un par de escenas – de hecho, hay una escena al respecto eliminada del montaje final en la primera temporada -.


También es ideal la colección íntima de Sfera Confidentials que, de hecho, es tan bonita que confieso que he comprado un camisón largo que estoy usando como vestido :O
Además del pijama o camisón (que tiene que ser corto y de seda o raso, si no, no sirve) hay dos elementos que te harán tener los sueños de Blair Waldorf: la bata y el antifaz de dormir.


La bata – terminantemente prohibida en sus versiones de felpa, franela o guatiné – confiere al conjunto un aire de lo más estiloso si bien tiende a resultar del todo innecesaria al menos entre semana ya que no da tiempo a ponérsela cuando ya hay que quitársela para vestirse para el trabajo y salir pitando. No obstante, hazte con una para los fines de semana y siéntate con ella a desayunar: te sentirás de lo más Blair.


Y más innecesario aun resulta el antifaz de dormir ya que en España, al contrario que en EEUU, utilizamos ese invento tan práctico que es la persiana, pero muchas ya estábamos antojadas desde que lo usaba Carrie Bradshow en Sexo en Nueva York y, aunque yo traje el mio de la mismísima Gran Manzana, ahora se encuentran fácilmente en oysho, Accesorize o HyM.


Y quien sabe… a lo mejor sueñas con Chuck ;)


Sabéis que me adoráis.
xoxo

jueves, 22 de julio de 2010

VERANO PERFECTO PARA UNA GOSSIP GIRL

Si ya has elegido destino de vacaciones, has salpicado tu armario de estampados florales, tonos nude, looks marineros y te has hecho con, al menos, un bañador para dar guerra a tus bikinis, ya sólo te faltan un par de detalles para estar perfecta este verano: un capazo y un sombrero.
El capazo, también conocido como canasto, pese a que huela tan mal como el esparto mojado, es sin duda el must de este verano. Ya se me había antojado antes de que Estrella Damm lo incluyera en su idílico anuncio como uno de los ingredientes imprescindibles para un verano mediterráneamente perfecto pero he de reconocer que el antojo tuvo su impulso inicial el año pasado en Mallorca por lo que secundo la identificación balear.
Este año se llevan de asa larga o con puntilla de tela.
Me ha costado lo mío encontrar uno que cumpliera todos los requisitos de tamaño, forma y precio. En mi búsqueda, he podido constatar que los hay en Primark (7€), Stradivarius (19€), HyM (17,90€), Mango (39,90€) y Misako (25€). Por un poco más, los hay ideales en Aïta.
Al final, me he quedado con la propuesta de Sfera que por 19,90€ cumplía perfectamente con mis criterios de capacidad y rigidez y además tenía un forro de florecillas liberty de lo más apropiado al resto del conjunto.
El sombrero presenta este año múltiples opciones de las que las únicas que podrían verse en un capítulo de Gossip Girl son dos: la pamela y el borsalino.
Reconozco que la primera vez que compré una pamela para la playa fue por motivos puramente fashionistas pero una vez probado, espero que la moda perdure porque cubrirse la cabeza a las 3 de la tarde es una comodidad.
La pamela inició su recorrido por los anales de la moda popular contemporánea hace un par de veranos y ya está muy extendida. No por ello pierde glamour pero sí es fácil de encontrar a precios super económicos. Me quedo con las de ala corta de colores variados de El Corte Inglés (5€), con ala ancha e hilo dorado de Primark (4€) y las propuestas blanca y negra de HyM (9€).
Pero si hay un sombrero que este verano ha revolucionado a las fashionistas de todos los rincones es sin duda el borsalino. Este sombrero de fábrica italiana y muy popular hasta los años cuarenta – era el sombrero de los gangsters y también el que llevaba Indiana Jones - fue revitalizado ya una vez en 1970 gracias a la película a la que cedió el nombre y al protagonismo de Alain Delon y Jean-Paul Belmondo. Sin embargo, dudo que haya sufrido una explosión de ventas como la actual en el pasado.
Hasta yo, que jamás he llevado un sombrero rígido, he sucumbido a los encantos de esta invención piamontesa. Es cierto que, como muchas modas, ha alcanzado a una gran masa antes de pasar siquiera por las exclusivas cabezas de la jet set por lo que, como en tantas otras prendas, la diferencia está en el estilo por lo que merece la pena gastar un poquito más para lucir un modelo con clase.
Los encontrarás ideales y dentro de lo razonable en Hazel, Accesorize o incluso ZARA HOME. Son unisex así que no descuides la sección masculina de tiendas como ZARA porque te puedes encontrar con alguna sorpresa (especialmente si tu cabeza es grande para los estereotipados cánones femeninos).
Con capazo, sombrero y bañador ya sólo falta el elemento más importante del verano: SOL!
No olvides la protección solar que el rojo gamba no se lleva en el Upper East Side ;)
Sabéis que me adoráis.
xoxo

lunes, 12 de julio de 2010

B vs B






Sí. Este verano B está en pie de guerra. Pero esta vez no se trata de la B de Blair sino de la B de Bañador, que este año se rebela con más fuerza que nunca contra su archiconocido y minúsculo enemigo Bikini.
Ya había observado en el comienzo de la 2ª temporada que Blair en lugar de bikini, aparece con un fabuloso bañador en la escena de las tumbonas de la casa de los Hamptons. También Serena aparece previamente en la escena del asalto a la piscina del colegio con un traje de baño negro sencillamente espectacular.
Yo ya he tomado partido en esta contienda: nada podía hacerme más feliz que el glorioso resurgir del bañador.
De pequeña, pasé directamente de la ranita al bañador y no fue hasta los 19 años que adquirí mi primer bikini y no porque mi desarrollo hubiera favorecido lucirlo mejor que en la adolescencia sino por miedo a parecer una inadaptada y ser señalada en la playa por ser la única menor de 40 años con la barriga tapada y, por ende, blanca.
En honor a la verdad, he de decir que con los años también le había cogido el gustillo al bikini y me arriesgaba – ya sin los complejos de la juventud aunque con las mismas curvas – con modelos cada vez más escuetos. Sin embargo, siempre he sostenido y lo mantengo que no hay traje de baño que favorezca como el bañador. Ni siquiera su hermano hortera aparecido hace unos años y conocido con el absurdo término de trikini.
El bañador favorece, estiliza, disimula, matiza, realza, comprime… Y no, no lucirás una tripita bronceada pero derrocharás estilo, glamour y clase.
Yo, personalmente, no he querido renunciar este verano a un moreno sin marcas y me he hecho con no menos de ocho bikinis. Pero hay momentos en la vida de una Gossip Girl con curvas en los que un bañador se presenta como la opción más acertada como una barbacoa en la piscina del jefe, un paseo en barco o una visita al spa. No creo que ninguna de estas situaciones se me ofrezca este verano pero, por si acaso, ya me he hecho con tres modelos de lo más favorecedor. Encontrarás ejemplares fantásticos a muy buenos precios en Women’s Secret, Oysho o Carrefour y, por un poco más, en Etam y Cortefiel.
Gossip Girl precavida vale por dos.
Sabéis que me adoráis.
xoxo

viernes, 9 de julio de 2010

UN VERANO EN THE HAMPTONS II


También oysho ha presentado este año una colección primavera-verano con tintes románticos inspirada en la atmósfera de las fotografías de Hamilton www.oysho.com
Me hubiera hecho con más prendas de buena gana de no ser porque las tallas de esta firma están calculadas en base a Chabel, que era como Barbie pero con menos pecho. No sé qué medidas manejan sus diseñadores pero he observado la colección de bikinis – preciosos, por otra parte – y he concluido que es antropomórficamente imposible que una mujer con unas caderas susceptibles de encajar en la parte de debajo de una talla L tenga a su vez un pecho capaz de ser cubierto por la parte superior de esa misma talla L. Si a eso añadimos que este año han optado por materiales no elásticos… pues ya sabéis por qué este verano ninguno de mis trajes de baño es de oysho.
Esto me ha recordado que, en los libros de Cecily Von Ziegesar que inspiraron la serie Gossip Girl – tranquilas, a nivel literario no merecen la pena por lo que no tendréis que alterar vuestra lista de lecturas de verano – la gran preocupación y principal razón de marginación social de la pequeña J al inicio de la saga es, precisamente, que tiene mucho pecho. Me pregunto por qué retorcida motivación comercial eliminarían este insignificante detalle del casting antes de elegir para el papel a Taylor Momsen. Otra diferencia que me llama la atención es que en la novela, Eric Van der Woodsen es el hermano MAYOR de Serena al que ella recurre en busca de la atención paterna que no tiene y no el hermanito pequeño necesitado de protección extra.
Dicho esto, lo que sí merece la pena de oysho son los capazos, los pijamas y toda la colección (cada vez más amplia) de beachwear o, como toda la vida hemos dicho, ropa de playa. Looks marineros, florales e incluso étnicos por doquier con, si se me permite, un ligero exceso de lentejuelas.
Lo que no me he gastado en HyM ni en oysho me lo fundí en Sfera y aunque en vez de los Hamptons sea Mallorca, La Herradura, La Manga o Benalmádena estoy segura de que este verano vuestro armario, como el mío, podría perfectamente ser el de una auténtica reina del Upper East Side.
Sabéis que me adoráis.
xoxo

domingo, 4 de julio de 2010

UN VERANO EN THE HAMPTONS


Aunque no sin esfuerzo, y tras una casi inexistente primavera, por fin podemos decir oficialmente que ha llegado el verano y con él, ese inevitable y temido momento que acecha a toda mujer cuando empieza una nueva estación: el cambio de armario.
Este año, para no complicarme y dado que ahora llevo una vida de lujo y glamour y soy referente de moda y estilo para mis compañeras de oficina (una responsabilidad que exige una dedicación nada desdeñable, por cierto), he decidido comprarlo todo nuevo. De hecho, el ataque de síndrome de la compradora compulsiva me dio en primavera, sustituyendo la tradicional astenia primaveral pero como este año parece que el buen tiempo se está haciendo de rogar, la mayoría de mis adquisiciones aún tiene las etiquetas puestas.
El ataque de SCC me sobrevino este año de forma inevitable e irrevocable y con especial virulencia en cuanto mi vista entró en contacto con las prendas de The Garden Collection de HyM ( http://www.hmthegardencollection.com/ ).
Creo haber comentado anteriormente que soy una gran fan de HyM pero juro por Blair Waldorf que es la primera vez en mi vida que arraso con una misma colección de esta manera.
Las razones se explican por sí mismas resumidas en las cuatro palabras que la propia firma sueca ha utilizado para definir esta colección: romántica, exótica, glamurosa y abstracta. Me permito añadir delicada. La romántica colección se inspira en jardines color clorofila, en paisajes soleados e incluso en el carácter hippie chic de los años 70 y ha sido creada con materiales orgánicos y reciclados. Todas las prendas han sido elaboradas con materiales sostenibles, a partir de botellas de PET recicladas o incluso de desechos de tejidos (la recogida selectiva de basuras que antes me resultaba tan incómoda acaba de ganar una adepta si resulta que luego van a convertir mis botellas en vestidos).
Me había propuesto este año configurar un armario apropiado para veranear en The Hamptons, como hacen las chicas del Upper East Side, y tengo la sensación de que todos los diseñadores han tenido la misma idea, porque me ha costado encontrar prendas que no encajaran en ese espectro y, por tanto, que no quisiera comprar.
Pero como digo, este año casi la totalidad del presupuesto de vestuario ha sido invertido en adquirir todas las prendas de The Garden Collection que estaban disponibles en mi talla ;)
Comparto con vosotras algunas de mis favoritas.
Sabéis que me adoráis.
xoxo