ADN DE UNA AUTÉNTICA GOSSIP GIRL

Vaya, vaya. Parece que es cierto que habéis estado tanto tiempo privadas de mi influencia que habéis olvidado lo más importante, así que he decidido escribir este post que creo fundamental para vuestra subsistencia.

Waldorfs del mundo: prestad atención porque esto es mas importante que cualquier estilismo.

Dicen que el hábito no hace al monje y dicen bien. Pero cuidado pijos del ciber-Upper East Side, porque tampoco la corona hace a la reina.

Es evidente que ser una pija del Upper East Side lo da el tamaño de la VISA de Papá y que aquí ninguna somos Olivia Palermo – en cuyo caso, algún poderoso Papá ya habría borrado mi humilde blog del ciber-mapa por escribir groserías como “gratis” o “Primark” antes de que lo leyeran sus estúpidas it-hijas -. Pero lo que sí somos es auténticas reinas. Del Upper East Side o de donde nos dé la real gana, que para eso somos reinas.

Ser una auténtica Waldorf es una actitud, un estilo de vida, una postura ante los demás. En definitiva: ser una auténtica Waldorf depende de ti.

Depende de ti que, cuando te inviten a una fiesta, dejes de actuar como una Humphrey admirando los vestidos caros de ésta y de aquélla, maravillándote de cada detalle ostentoso, haciendo fotos furtivas y reteniendo cada tontería en tu memoria para luego poder contar a tus amigas que has estado cerca de aquéllas que consideras dignas de tu reconocimiento. Depende de ti que, en lugar de eso, te concedas a ti misma la dignidad que mereces, saques la reina que llevas dentro y le muestres tus respetos.

Depende de ti que, cuando hables de tu trabajo o de tus prácticas de becaria - las cuales podemos contar sin avergonzarnos desde que la mismísima Blair hizo practicas quitando grapas en la redacción de W - no lo hagas agachando la cabeza y contándole a todo el mundo cuán triste es tu vida ordenando carpetas y haciendo fotocopias, sino esgrimiendo como estandarte el nombre de la archiconocida multinacional en la que trabajas o destacando detalles que puedan hacer esa experiencia brillar. Es lo que hacen ellas ¿o de verdad crees que BBVA dejaría operaciones de millones de euros en manos de una becaria?

La diferencia entre ellas y nosotras no es que ellas valgan más: es que ellas creen que valen más. Despojadas de todo artificio, en su esencia más pura, el ADN de una Waldorf no es el signo de dólar $: es la confianza.

Ser una auténtica reina del Upper East Side es no tenerse en menos que las demás, aunque las demás tengan más (o parezca que tienen más). Es considerarse tan digna de pleitesía como las consideras a ellas. Es comportarse ante la vida como la reina que eres y por consiguiente, saber encajar lo que se diga de ti como foco de la reina cotilla, aunque estas sean las niñatas de tu Universidad, de tu colegio, de tu barrio o de la red. Es afrontar la vida de frente, desde tu trono, por la puerta principal y no por la entrada de servicio. Es tratarte con el respeto que mereces.

Más vale que entendáis eso, porque eso, queridas reinas del ciber-Upper East Side, no hay dinero que pueda comprarlo.

Sabéis que me adoráis.

xoxo